Cedos-capítulo 2

Grito.

Miro para todos los lados. Tengo dolor de cabeza. Estoy en mi habitación. Era una pesadilla... Cobarde.

Víctor viene corriendo, seguramente será el único que me habrá escuchado porque su habitación es la más cercana a la mía:

-¿Qué pasa?- dice sin aliento. Tiene el pelo alborotado y algunos mechones negros por la cara. Pero aun así es guapo me digo.

-Era una pesadilla.

-Ah...- dice sentándose en el borde de mi cama- ¿Qué pasaba?

-Papá... no volvía a casa una noche y… me lo encontraba... -tartamudeo antes de decir- m-muerto...- me tapo la cara con las manos y al cabo de un rato me doy cuenta de que estoy llorando.

-No pasa nada- dice mi hermano. Me abraza. Es el primer abrazo que me ha dado y me sorprende, pero le devuelvo el abrazo.

Cuando estoy más tranquila, Víctor se va a su habitación y yo me quedo tumbada en la cama, pensando que, un sueño no parecería tan real. Un simple sueño, no.

Suena el despertador. Lo primero que se me viene a la cabeza es la noche anterior. Me estremezco. Al final me conseguí dormir, pero no sirvió de mucho, porque me pesa todo el cuerpo como si tuviera piedras en la ropa.

Después de vestirme, bajo a desayunar. Por el pasillo me encuentro a Víctor:

-¿ Te conseguiste dormir?- me pregunta.

-Me conseguí dormir, pero ya era muy tarde.¿ Tú sí ?

-Sí.

Suspiro, menos mal que mi hermano ha dormido, ya me estaba sintiendo mal por haberlo despertado , pero al menos se pudo volver a dormir.

- Lo siento- le digo y me sonrojo- parezco una niña pequeña...

- Tú no eres una niña pequeña, todo el mundo tiene pesadillas, ¿Sabes?

- Pues yo creo que cuando tienes ya 15 años se te van las pesadillas- le aclaro.

- Yo tengo pesadillas y tengo 16 - sonríe- y no me ha pasado nada.

-¿Tienes pesadillas?- asiente-¿ De qué?

- No me gusta mucho hablar sobre mis pesadillas.

- Te entiendo- le digo. Y es verdad, claro que le entiendo, explicar como son tus pesadillas es como volver a revivirlas.

Vamos a la cocina en silencio. Lo único que se oyen son los chirridos de mis zapatos.

- Buenos días- dice mi madre cuando llegamos.

- Buenos días- respondemos.

Cuando todos terminamos de desayunar voy a mi habitación para coger las cosas del instituto. Miro por la ventana para ver si ha llegado ya el autobús. Hay un perro vagabundeando por la calle “Paresiks” . Siempre me he preguntado por qué la llamaron así en sus tiempos, mi padre me dijo que era por un hombre que trabajó muy duro y cuando murió le pusieron el nombre a la calle en su honor.

  - Sarah- doy un respingo al oír la voz de mi hermano- mamá dice que vallas, quiere hablar contigo.

  - ¿ De qué ?- le pregunto, al fin y al cabo es raro que mi madre me llame para hablar, porque cuando me llama es para hacer tareas de la casa.

  - Eso tendrás que preguntárselo a ella,¿ no crees?- me responde con chulería.

Bajo las escaleras sin hacer caso a mi hermano que sigue diciendo cosas como :“¿ Que os creéis ? ¿ Que soy una paloma mensajera ? ”.

Llego al salón y me encuentro a mi madre sentada en el sofá. Sigue sonriente, como siempre, así es que supongo que no me va a reñir . Me hace un gesto para que me siente delante suya y le obedezco.

  - ¿ Qué querías ?- le pregunto en tono aburrido.

  - Quería hablarte de que los profesores nos han comunicado a los padres que hoy van a llegar dos hermanos, un chico y una chica . Quiero que seas amiga suya.

  - Pero, ¿ Y si no me caen bien ? - digo casi enfadada. No me pueden obligar a ser amiga de alguien, además, yo prefiero la soledad a los amigos.

  - Sarah, las dos sabemos que tú no eres muy amistosa, y por eso no llegas a conocer a la gente. Quiero que conozcas a los hermanos de verdad- destacó mucho las dos ultimas palabras, cosa que no me subió el humor.

  - Vale, pero si no me caen bien...

  - No te juntarás con ellos- termina mi madre- ya lo sé, te conozco desde pequeña.

Suena un pitido, señal de que ha llegado el autobús. Me despido de mi madre y voy corriendo para llegar antes que mi hermano. Siempre lo intento porque mi hermano es súper popular entre sus amigos y donde el se sienta se alborota un jaleo de chicas dando chillidos y riendo. La verdad, no se como todavía no tiene novia.

Entro en el autobús y alguien grita:

  - ¡¡ VÍCTOR !! - es Lili Fanson , la más popular y pija de 16 años que he conocido.

  - Tía no es él, es su hermana la friki- dice su amiga Larah y , como siempre, todos se ríen . Entro en el autobús cabizbaja y justo después de mi entra mi hermano . Me gustaría que algún día escuchara los insultos que me dicen sus amiguitas, pero siempre entra después, aveces me pregunto si lo hará a postas. En ese mismo momento parece que Víctor me ha leído el pensamiento y dice:

  - Larah, has perdido un amigo, nadie-se-mete-con-mi-hermana - dice destacando las últimas palabras - ¿ me has entendido ? - pasa por el lado de Larah, no antes sin echarle una mirada acusadora y se sienta en la otra esquina, a mi lado.

  - Gracias... pero ya soy mayor para defenderme yo sola. - digo con indiferencia. Parezco una niña pequeña, que necesita que su hermano mayor le defienda...

  - Todos estos días me he quedado escuchando los insultos que te dirigían y tú, simplemente, mirabas al suelo.

No le respondo, porque, pienso que no quiero empezar una pelea con el , pero, en realidad se que tiene razón. Claro que la tiene, él siempre la tiene. Si me sigo comportando así, voy a acabar mal.

Cuando el autobús llega al instituto me bajo la primera, para no tener que soportar las miradas acusadoras de las admiradoras de mi hermano .

Primero miro al autobús, en el que hay un montón de grupos de amigos, y luego miro a la puerta del instituto “ Lustrence ”. Todos los días me imagino que cuando mire para la puerta habrá alguien esperándome con una sonrisa y los brazos abiertos pero, eso nunca ocurre. Miro mi horario, me toca lengua con la profesora Shamour . Es francesa , así es que tenemos que pronunciar su nombre como Shamough . Cuando entro en clase hay más jaleo de lo normal. Sin hacer preguntas de qué es tan importante  (es por los compañeros nuevos que vamos a tener) me siento en mi respectiva silla. Cuando entra la profesora Shamour todo se queda en silencio. Es una mujer sencilla, nada del otro mundo . Tiene unos ojos muy grandes que le favorecen, su cara es parecida a la de un conejo ,cosa que siempre me ha hecho bastante gracia , una sonrisa con todos los dientes muy rectos ( aunque diga que no, yo creo que no todos son verdaderos ) y es muy alta . Siempre lleva el pelo recogido con una pinza gusto al lado del ojo derecho y su ropa casi siempre es verde, al fin y al cabo, le encanta el verde.

  - Buenos días chicos – nos dice en tono cariñoso.

  - Buenos días profesora Shamour – respondemos al unísono .

  - Por favor, Shamourrrr no, yo me llamo Shamough – dice cansinamente – bueno como ya os habrán comunicado vuestros padres, hoy entrarán en nuestro instituto Lustrence unos compañeros nuevos – toda la clase se llena de murmullos – así es que – sigue sin prestar caso a los murmullos - vamos a darle una buena bienvenida a los hermanos Fochs, que son Miry Fochs y Jake Fochs .


En ese mismo momento entran en la clase un niño y una niña completamente diferentes . La niña que se hace llamar Miry tiene el pelo entre pelirrojo y rubio y le cae por la espalda con ondulaciones. Tiene los ojos grandes verdosos y cuando llega al centro de la clase no deja de sonreír a todos ; toda su ropa es blanca : camiseta blanca, pantalones blancos, zapatos blancos … En cambio cuando entra el chico ,Jake, toda la clase se queda con la boca abierta , pues es completamente lo opuesto a su hermana : tiene el pelo negro y liso que le tapa la mitad de sus ojos que son completamente azules ; tiene la cara muy pálida y cuando entra en clase empieza a intimidar a todos con la mirada, que acaban bajando la cabeza; toda su ropa es oscura menos los vaqueros que lleva puestos.

  - Bueno... esta es...- empieza a decir la profesora .

  - Miry Fochs – le interrumpe la chica – y estoy encantada de conoceros a todos vosotros – y      sonríe dulcemente.

  - Ejem, sí , eso... - dice la profesora abochornada – y este es...

  - Mi hermano Jake Fochs – le interrumpe de nuevo Miry con una sonrisa radiante – y seguro que él también está encantado de conoceros. - mira a su hermano como esperando que él también sonría pero él no hace ni una mueca.

  - Bueno – dice la profesora – os podréis sentar al lado de la señorita Sarah Forde, que como veo tiene dos asientos a sus lados sin ningún ocupante .

Miro para mi derecha y después a mi izquierda. Tiene razón , estoy sola en una mesa de tres y no me había dado cuenta de que algún día alguien ocuparía los asientos.

Miry viene dando saltos y se sienta a mi derecha, en cambio Jake viene andando costosamente como si sentarse fuera lo mas difícil del mundo. Cuando se sienta me mira en una milésima de segundo en la que me parece ver una sonrisa en su rostro pero en ese momento se coloca el flequillo y no veo mas que su pelo. En ese mismo momento me doy cuenta de que me duele el brazo derecho y me giro y me encuentro a Miry que me está dando golpecitos con el dedo .

  - ¿ Qué quieres ? - pregunto fríamente – me estás haciendo daño.

  - Ups – dice sonrojándose – no era mi intención... Es que como por aquí no conozco a nadie... me gustaría que fuéramos amigas.

  - Miry – dice una voz a mi izquierda que no reconozco – eso no se pide, eso se consigue, ¿ es qué no lo entiendes ? - me giro y me doy cuenta de que es Jake el que está hablando, cosa que me sorprende porque no me parecía muy hablador.

  - Bueno vale... - dice Miry y se empieza a tocar el pelo - ¿ amigas ? - dice susurrando de modo que su hermano no le oiga. Me río.

En la siguiente hora de la clase Miry se tira contándome toda su vida y la de su hermano y algunas anécdotas que habría preferido no oír. Que antes de venir vivían en un pueblo al lado de una montaña, que tenían un perro, etc... Cuando salgo de clase me sorprende ver que Miry y Jake me siguen o más bien , Miry me sigue a mí y Jake sigue a Miry .

Todas las horas siguientes fueron iguales: Miry me contaba historias y yo oía al profesor y a ella a la vez.

Al final del instituto me quedo con una opinión de Miry: “es una pesada”. En cambio su hermano no habló nada durante cinco horas.

-Bueno… ¿vas al autobús o vas andando? – le pregunto a Miry deseando que vaya en autobús.

- Yo voy como tú vayas – dice sonriendo – es que me caes bien, ¿sabes? – me sonrojo y me siento fatal por pensar que era muy pesada. De todo el instituto ella es mi única amiga.

- No sabía que nadie pudiese sentir eso por mí – digo rascándome la cabeza en señal de vergüenza.