Capítulo 13

- Los grupos serán de siete personas.

Están todos sentados en un círculo, y yo me encuentro en el centro, tras explicar todo el plan. 

Veo a Marina levantar la mano lentamente. Le miro y levanto las cejas esperando que hable.

- Entonces, resumiendo un poco... ¿Cuál es el plan?

Suspiro. Cómo si no lo hubiese explicado bien.

- Se harán los grupos hoy mismo, y hasta dentro de dos semanas no iremos a la ciudad a ver qué pasa, para que todos se recuperen bien -miro a Jake sin poder evitarlo- y para preparar un poco la ropa, comida... Serán tres grupos de siete personas cada uno. Aquí se quedarán a salvo tres personas cuidando a los dos heridos y esperando a...el otro, -expliqué- no hay mucho más.

Esta vez fue Anna la que levantó la mano.

- Pero... ¿No te das cuenta de que si nos han tendido una trampa como la de la bomba seguramente tendrán armas? -pregunta un poco irritante- Y lo que pasa es que aquí, creo que nadie menos yo y Marina sabe usar armas.

La miro con incredulidad. ¿Cómo? ¿Que sabían usar armas? Todo el silencio que había se convierte en un jaleo. Levanto las manos pidiendo silencio. Nada. Hago un "sh" pero siguen sin hacerme caso.

-¡CALLAROS!

Supongo que me he pasado un poco con ese grito, pero la cosa está en que se han callado. Voy a hablar cuando otra persona levanta la mano. Una persona que no esperaba.

-¿Qué quieres, Mac?

- Pues... -dice revolviéndose en su asiento- que... yo también se usar armas. 

Me quedo de piedra. ¿Es que ahora se lleva eso de poder usar armas o algo? ¿Me he perdido una etapa de mi vida con las armas que debería haber tenido? A diferencia de antes ahora todo está en silencio.

Solo una persona se decide a hablar.

- ¿Cómo es eso? -pregunta asombrada Miry- ¿Cómo es que, Anna y Marina, sabéis usar armas? ¿Y Mac?

Mac parece no saber qué decir, así que es Anna la que responde.

- Mi padre es militar, por si alguien no lo sabe. Desde pequeña he estado usando armas, cada vez más fuertes, y estoy acostumbrada. Hace un año me dio por ahí y le dí clases a Marina de cómo usar la pistola. Yo a parte de la pistola soy buena con las armas blancas.

Tras la respuesta de Anna, todos se giran a Mac, incluyéndome a mí.

- Eh... -dice bajando la cabeza- yo...eh... no lo sé.

Primero todo es silencio. Luego todo el mundo se pone a replicar.

- Si venga.

- Já.

- Qué mal mientes.

- Al menos admite que alguien te enseñó sin legalización.

- Seguro que no lo dices porque no eres legal.

A partir de el comentario de la legalización, todo pasa a "Mac no es legal". Este baja la cabeza avergonzado sin saber qué decir. ¿Pero qué le pasa?

Levanto las manos pidiendo silencio de nuevo. Esta vez, antes de tener que gritar nada, todos me hacen caso.

- Eh...- me quedo sin saber qué decir al ver que todo el mundo se está fijando en mí- Aun que Mac no nos ha dado una respuesta clara...- digo mirándole- creo que si él lo dice, puede usar armas. Así que las cosas se quedan así: tres grupos y tres personas que saben usar armas. Creo que es obvio antes de que tenga que decirlo que vais a tener que enseñar a los demás  a usar las armas.

Ahora toda la atención pasa de mí a los tres. Ellos asienten levemente.

- Bueno pues... -digo un poco más alto para que vuelvan a mí las miradas. Lo consigo- espero que más o menos tengáis pensados los grupos, un poco por encima al menos.

Todo se llena de murmullos. Creo que empiezo a comprender un poco a los pobres profesores.

-¡Que todo el mundo se reparta en sus respectivos grupos!

La gente se empieza a levantar y a chocarse unas con otras. Esto parece la típica escena de cuando en clase de gimnasia te dicen que te repartas en grupos y nadie sabe exactamente con quién ir.

Cuando me espabilo busco con la mirada a Jake, a Miry y a Mac. Están los tres un poco apartados del "rebaño" que intenta organizarse. Voy hacia ellos. La primera que me ve es Miry. Después de unas horas se había despertado, y estaba muchísimo mejor. Tenía ojeras y bastantes heridas, pero al cambiarse de ropa tenía mejor pinta. Lo único que tenía así más grave era una gran quemadura que tenía en toda la pierna derecha y que se había torcido un poco el brazo izquierdo. Nos sonreímos.

 Cuando estamos los cuatro busco a una sola persona. Cuando consigo que esta me mire, le hago un gesto para que se venga y me sonríe agradecida.

- Chicos -les digo a los otros- por si no lo sabéis, esta es Jessica, y me gustaría tenerla en el grupo.

Ella les ofrece la mano y todos se la dan sonriendo y asintiendo.

- Encantada.

- Un placer.

- Ya te conocía.

Miro a Jake conteniendo una sonrisa. ¿"Ya te conocía"? Qué caballeroso. Me devuelve la mirada encogiéndose de hombros.

Sus ojos son tan profundos... tan azules... aparto la mirada avergonzada cuando Jake frunce el ceño al darse cuenta de que me he quedado mirándole. No puedo evitar ponerme como un tomate.

Entonces es cuando llega. Con su sonrisa radiante y su pelo perfecto llega mi infierno.

- Hola -dice Abie, mirando a Jake.

Este le responde con un movimiento de la cabeza.

-¿Puedo quedarme en vuestro grupo?

Todos nos quedamos callados por un momento hasta que Jessica se empieza a reír. La miro extrañada. Al final es Jake el que habla.

- Claro.

Lo miro un poco resentida. Sé que habría estado mal no aceptarla, pero no puedo negar que me habría gustado poder hacerlo. 

Abie sonríe de nuevo y se acerca un poco más a nosotros. "Atrás". No comprendo y nunca comprenderé cómo hay personas en el mundo como Abie que pueden estar sonriendo todo el día. ¿Pero es que no se les cansa la cara?

Después de unos minutos me fijo en los grupos restantes. El primero está compuesto por siete personas. Bien, un aplauso para Sarah. Lo componen Anna, Marina, Henry, Emma (una animadora), Sebastian (El chico más alto y guapo de la clase), William (un chico con rasgos chinos) y Laura. ¿Qué hace Laura ahí? Si ella es la cerebrito de la clase... ¿cómo puede llevarse bien con Henry?

Miro al siguiente grupo. Están Josh (rubio, bajito), Lola (futura científica), María (la más bajita de la clase), John (el "payaso"), Coraline (la chica a la que nadie se acerca porque...da miedo), David (con el acento más raro que he oído en mi vida) y Alison (media altura, rubia).

Tras mirar mi grupo me fijo que solo somos seis. ¿Y el séptimo? Miro a mi alrededor y veo a un chico que está mirando al suelo.

- Ejem...-digo hasta que me mira.

Lo reconozco. Es George, el chico más tímido que he conocido en mi vida. Es de mediana altura tirando para alto (más alto que yo, es). Tiene el pelo marrón cortado al estilo "Justin Bieber", los ojos color avellana y muchas pecas. Tiene gafas, y al mirarme cada dos por tres se las está colocando. No es feo.

- Supongo que...- dice con una voz grabe- soy de vuestro grupo.

Asiento seria. Vuelve a mirar al suelo andando hacia nosotros. ¿Tan interesante es ese suelo? 

Cuando llega a nuestro lado mira hacia los otros grupos. Entonces vuelvo a hablar.

- Anna -le llamo. Me mira como si le hubiese interrumpido la conversación más interesante de su vida- ¿dónde piensas conseguir las armas?

No sé que espero por respuesta, pero desde luego no era una sonrisa. No ese tipo de sonrisa.

- Mi casa está cerca -dice aún sonriendo- haré un viajecito...y... cogeré las armas.

- Pero, ¿tantas armas hay en tu casa para tener una para cada uno? -pregunta Jake.

- ¿Alguien dice lo contrario? -responde. ¿He dicho ya que odio que respondan a preguntas con otras preguntas? Lo odio.

Jake se encoge de hombros.

- Bueno pues... -miro a mi alrededor. La habitación es enorme, y además hay otras más donde podremos descansar- por hoy creo que es suficiente. Buscaros un sitio donde dormir. Hay siete habitaciones a parte de esta, así que quien quiera un poco de más intimidad puede irse allí, pero creo que en este espacio tan grande podéis quedaros bastantes.

Después de unos segundos todos empiezan a hablar y a organizarse. Miry y Mac se van a una habitación sin decir nada. ¿Desde cuando están tan juntos?

Entonces es cuando llega mi golpe bajo. Abie se acerca a Jake.

- Oye... -dice un poco bajito, lo suficiente para que Jake le oiga. Pero ella no cuenta con que mi oído es tan bueno- ¿te quieres venir conmigo a una habitación?

En ese momento noto como si me hubiesen dado un gran puñetazo en la barriga. Jake se sonroja y empieza a tartamudear. Oh. Pero entonces llega lo peor. Jake se gira a mi con los ojos muy abiertos.

- Sarah... -me dice. ¿Qué quiere, mi permiso?- ¿quieres venir tú también?

Eh, a ver que procese. Abie, claramente esperando estar a solas con Jake y hacer lo que quiera que esperaba, le dice que si quiere irse a una habitación apartada. Y entonces, Jake me dice que si también quiero ir. ¿Pero es que es idiota o qué? ¿Soy su salida para no tener que estar con ella?

Creo que soy yo la que acaba mas acalorada. Supongo que esa pregunta solo tiene una respuesta.

- Claro.

Abie, un tanto decepcionada se va andando hacia una habitación. Jake y yo la seguimos.

Un aplauso Sarah (que se note la ironía), vas a pasar una noche entera en la misma habitación nada menos que con Jake y Abie, más que perfecto.